ÓBOLO es la consecuencia de unas vacaciones de 3 meses en Chile -que terminaron siendo varios años-, y de un posterior viaje por todo Latinoamérica descubriendo su gente, su cultura, sus ecosistemas, sus sabores, aromas y colores. Es la consecuencia, también, de tres años trabajando en la selva de Ecuador junto a comunidades productores de cacao, y de diez años de trabajo en la organización internacional de conservación ambiental The Nature Conservancy (TNC) en Chile, desde la cual Mark Gerrits pudo seguir explorando los rincones de Latinoamérica.

Radicado en el país desde el año 2003, Mark -estadounidense- siguió cultivando su pasión por el chocolate, su fuerte vínculo con Latinoamérica y su profundo interés por conectar sus valores con la sustentabilidad ambiental y social. Con el tiempo se fue dando cuenta del vacío que había en Chile respecto a la elaboración de chocolate: estamos en Sudamérica, próximos a la Amazonía, que es el punto de origen del cacao ¿Por qué, entonces, no ir a buscar granos de cacao, traerlos a Chile y elaborar un chocolate auténtico, puro y de excelente calidad que, además, tenga una huella de carbono menor a los chocolates importados de otras partes del mundo? Fue gracias a cuestionamientos como estos que Mark se autoimpuso un desafío personal: comprobar que se podía elaborar chocolate de calidad mundial “made in Chile”.

El 2013, y con el corazón lleno tras la llegada de su hija Emma, se dio cuenta que un desafío como ese requería contar con los mejores granos cacao. Es así que Mark decidió viajar a Perú en reiteradas ocasiones para visitar diferentes zonas de producción de cacao, con el fin de identificar los mejores granos que la selva pudiese entregar, así como las cooperativas que mejor trabajasen los criterios de sustentabilidad social y ambiental durante todo el proceso de cultivo de cacao.

Poco a poco el hobby de hacer chocolate desde el grano del cacao en su casa fue tomando forma -y sabor-, y el año 2015 Mark renunció a su trabajo en TNC para dedicarse 100% a desarrollar su sueño.

Óbolo es más que una marca de chocolate o un emprendimiento familiar; Óbolo es una extensión más de la vida y valores de un hombre apasionado por la ética social y medioambiental que, bajo su filosofía de vida, se reinventó y decidió apostar en un 100% por un chocolate dedicado a hacer feliz a quienes lo prefieren.